Introducción

El voto electrónico es un sistema que permite ejecutar el sufragio mediante Internet o por algún otro dispositivo especializado en ello.

Ventajas y desventajas

Algunas ventajas del voto electrónico es la posibilidad de poder votar rápidamente, emitir el voto con sólo apretar un botón (el nombre o la imagen del político o partido político por el que queremos votar). Al mismo tiempo, la acción de votar se vuelve más participativa y dinámica. Las desventajas pueden incluir el fallo de los dispositivos electrónicos especializados en el sufragio, de la misma forma que puede fallar un cajero automático. Otra desventaja es que, al tratarse de pura informática, es vulnerable a hackeos, que puede volverse un retraso de la votación, o hasta un fraude electoral.

Tipos de voto

Los tipos de votos son presenciales y no presenciales: entre los primeros, están  las máquinas de lectura de marcas, las máquinas de votación y las pantallas táctiles. Entre los segundos está el voto a través de Internet.

Situación de Argentina

El voto electrónico ha comenzado a ser impulsado por el gobierno a los ciudadanos, con el fin optimizar así la gestión pública de manera permanente, con el propósito de ofrecer mejores servicios al ciudadano, garantizar la transparencia de los actos de gobierno, facilitar trámites y reducir sus costos, generar nuevos espacios de participación, reducir la brecha digital incluyendo a personas, empresas y comunidades menos favorecidas y propiciar la integración de la producción nacional al mercado global.

Una buena situación para implementar el voto electrónico sería cuando uno de los ciudadanos se encuentra en un estado donde no puede abandonar su domicilio, es decir, si tiene alguna discapacidad motriz, o alguna enfermedad, o tiene algún accidente, o debe cuidar de un familiar, que desde su hogar pueda utilizar el voto electrónico.

¿Cómo afectan las redes sociales el ejercicio de la ciudadanía?

Las redes sociales, como Facebook o Twitter, son muy utilizadas para impartir ideas o pensamientos políticos, muchos de ellos con mensajes de oposición y muy pocas veces en pro de algún partido. En nuestro país, ese es el caso con el partido kirchnerista y los opositores, pues pueden observarse páginas que van desde “NO A LOS K” hasta “Cristina es una…”, y muy pocas a favor.

 Han habido  distintas convocatorias por medio de las redes sociales, cuyos nombres se componen del día y el mes que se realizará la convocatoria, como 7D o 18A (7 de diciembre y 18 de abril, respectivamente), donde los ciudadanos eran convocados a reunirse en lugares específicos a hacer cacerolazos o a votar en contra algún proyecto.

Fernando Bustamante afirma que esta forma de vivir la política es aséptica

Para Bustamante, esta forma de vivir la política es aséptica porque opina que la gente utiliza el anonimato de las redes sociales, entre otras cosas, para realizar convocatorias. La gente participa de una forma desapasionada en la política.

Ventajas y peligros en relación con la política y las redes sociales

Los pesimistas señalan los riesgos: aumento del paro, rigideces sociales, trivialización de las actividades. Para ellos, la informática consagraría el carácter impersonal y repetitivo de los trabajos y la descualificación de los empleos. Consolidaría la pesadez y la jerarquía de las organizaciones. Reforzaría toda la omnipotencia de los “preparados”, automatizando a los demás. Solamente subsistirían los informatistas y los informatizados, los utilizadores y los utilizados. La máquina ya no sería solamente un “ordenador”, un instrumento de cálculo, de memoria y de comunicación, sino un “dador de órdenes” misterioso y anónimo. La sociedad se volvería opaca en si misma y para los individuos que la componen, pero peligrosamente transparente, en detrimento de la libertad de los ciudadanos. Los optimistas, por el contrario, creen que los milagros están al alcance de la mano: informática igual a información, información igual a cultura y cultura igual a emancipación y democracia. Todo lo que acreciente las posibilidades de la información facilita un diálogo más abierto y personal, una mayor participación, un aumento de las responsabilidades individuales, una mayor resistencia de los débiles y “pequeños” a las usurpaciones del “Estado Leviatán” o de los prepotentes económicos y sociales.

No podemos considerar las redes sociales como una forma de democracia directa, porque los ciudadanos participan en ella de una manera poco apasionada, como se suele hacer mediante el anonimato. No se participa en la democracia de manera anónima, porque ningún politico lo hace anónimamente, porque se sabe que así no se puede.